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El objetivo del golpe era destruir desde sus cimientos la revolución sandinista

Todo ha quedado al descubierto. La Fundación Violeta Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH) fue la fachada utilizada por Estados Unidos a través de su famosa, sucia y desprestigiada  Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), para canalizar millones de dólares y construir toda una red de medios de extrema derecha cuya responsabilidad era o es todavía, difundir noticias falsas, sectarias y radicales sobre la “dictadura” Ortega-Murillo.

La danza de millones de dólares repartidos por la señora Cristiana Chamorro, que dirigía la Fundación en cuestión, ha sido suficientemente documentada y es de dominio público en los registros electrónicos de la propia USAID, que ha salido a luz gracias a un trabajo de investigación desarrollado por el periodista estadounidense Ben Norton, destapado en el sitio web The Grayzone (Zona Gris).

“Con decenas de millones de dólares a lo largo de años de trabajo, USAID, una fachada de la CIA, ayudó a crear y capacitar a la oposición antisandinista de Nicaragua. En el centro de sus operaciones se encuentra la Fundación Chamorro, acusada de lavado de dinero” subtitula Norton su amplio reportaje.

Norton señala que la Fundación Chamorro es un vehículo central para el apoyo financiero, técnico y logístico masivo de Washington a la oposición nicaragüense, actuando como lo que la CIA llama un “punto de paso”: una organización de terceros que sirve como un canal aparentemente independiente para dar financiamiento del gobierno de EEUU a grupos políticos y medios de comunicación extranjeros.

Es la nueva modalidad o el esquema utilizado por EEUU para “ablandar” gobiernos que no son de su agrado, como lo han intentado infructuosamente en Venezuela como en efecto, así lo han admitido congresistas norteamericanos. En Nicaragua copiaron el mismo guion y también se estrellaron y de forma estrepitosa.

Los informes internos de USAID, relata Norton en su escrito, revelan que la agencia no solamente financia organizaciones políticas antisandinistas, sino también Organismos No Gubernamentales y medios de comunicación en Nicaragua. Además, remarca, los da a luz, los nutre y capacita en todos los aspectos de la política, desde las estrategias electorales y las relaciones públicas hasta la divulgación y los mensajes en las redes sociales, el marketing, la organización, la construcción de amplias alianzas, el desarrollo de habilidades tecnológicas, la resolución de problemas legales, cómo administrar las finanzas y la contabilidad.

Es la “Criatura”, es el “Frankestein” de Washington equipado con herramientas a tono con los nuevos tiempos. Afirma el periodista investigativo que el artificio de EEUU ha sido especialmente eficaz en la formación del aparato mediático antisandinista de Nicaragua. Los registros disponibles públicamente muestran que USAID ha gastado 10 millones de dólares específicamente en medios de oposición en Nicaragua desde 2009. “De ese dinero, USAID envió más de 7 millones de dólares a la Fundación Chamorro entre 2014 y 2021. Norton aclara que estas cifras pueden ser conservadoras.

Pero no solamente EEUU ha desplegado sus oscuros tentáculos en Nicaragua, los gobiernos de Europa Occidental han metido sus pezuñas en el país centroamericano para alimentar a esa “criatura” mediática y a la oposición política. Norton precisa que solamente el año pasado, la señora Chamorro a través de su fundación, recibió de la Unión Europea más de 1 millón de dólares, supuestamente para apoyar la democracia en Nicaragua.

Ese rol lo desempeñó La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). También forma parte de esta red la denominada Fundation Endowment for Democracy (NED), radicada en Washington, que es otra fachad de la CIA para impulsar cambios de regímenes en cualquier latitud del globo.

Entre 2016 y 2019 la NED proporcionó al menos 4,4 millones de dólares a grupos de oposición nicaragüenses, incluidos medios de comunicación.

Sin embargo, el objetivo de EEUU y sus organizaciones de fachada con sus medios extremistas no era botar al gobierno de Daniel Ortega Saavedra y del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el verdadero propósito era barrer, si barrer, desaparecer, destruir la Revolución, quebrar el andamiaje institucional forjado desde la década de los años 80, que no pudieron, no porque no quisieron, sino porque el pueblo y el FSLN estaban alertas, los gobiernos liberales desde el 90 hasta el 2007 cuando Daniel retoma el poder.

Pero además, detrás de ese macabro plan  había toda una estrategia para comenzar una cacería contra los líderes del sandinismo y sus familias, asesinatos, persecuciones políticas, cárcel y desapariciones, barrer con todo lo que significaba el sandinismo y entregarle a los yanquis un nuevo modelo de gobierno al gusto de Washington.

En abril de 2018, el Presidente Ortega Saavedra dijo: “Ellos están en su derecho a criticar, no podemos obligarlos a pensar de otra manera, pero no tienen derecho a conspirar, para destruir, y peor aún, buscar allá en los Estados Unidos a los grupos más extremistas del imperio , que en primer lugar son racistas y exterminadores; ellos van en la línea de exterminación. Los van a buscar ¿para qué? para poner quejas y ellos les financien, porque las quejas van acompañadas ya de planes de desestabilización y que ellos les den financiamiento”.

En ese entonces, el líder revolucionario ilustró que solamente la cúpula de esos partidos manejan lo que hacen y lo desconocen sus bases, cuánto dinero reciben de organismos de EEUU que los trasladan a Nicaragua a nombre de determinado proyecto, pero lo que hacen es triangular esos recursos, esos recursos no llegan a esos proyectos, dejan un poquito para esos proyectos y el resto lo usan para la conspiración.

“Aquí nos íbamos todos, sandinistas y aliados del FSLN, los planes eran destruir todo el engranaje construido por la revolución, desaparecer al ejército, a la policía, instituciones concebidas desde el proyecto revolucionario, sin embargo, fallaron porque el FSLN es una organización sólida con un eficaz servicio de inteligencia que fulminó los planes macabros de esta red golpista” dice el Presidente del Partido Unidad Cristiana (PUUC), Daniel Ortega Reyes, Diputado ante el PARLACEN por la Bancada de Nicaragua.

Por su parte, el Diputado ante la Asamblea Nacional, el liberal Wilfredo Navarro manifestó: “Entre la Fundación Chamorro y el Centro de Investigación de la Comunicación (CINCO) (también financiada por el gobierno de los EEUU y dirigida por Carlos Fernando Chamorro, hermano de Cristiana) y otras, lavaron y metieron más de 30 millones de dólares para pagar a los asesinos y torturadores, autores del dolor, destrucción y muerte en el fallido golpe de 2018, ni la justicia divina ni la terrenal los perdonará, sus manos están llenas de sangre”.

No es casual que todos los días los autodenominados líderes políticos, que encumbrados por esa red de medios creada y capacitada por EEUU y algunos países de la Unión Europea través de la Fundación Chamorro, vociferan e insultan al Jefe de Estado de Nicaragua a quien llaman “dictador”, igual a la Vicepresidenta Rosario Murillo, descalificando o invisibilizando los programas de salud o educación, los avances en desarrollo económico a pesar de la pandemia, entre un innumerable conjunto de obras que solamente sirven para beneficiar al pueblo, sandinista o no sandinista.

Con toda la información en sus manos sobre estas acciones criminales impulsadas por estas redes mafiosas, el Estado de Nicaragua debe aplicar todo el peso de la ley, sin titubeos y divagaciones, las pruebas ahí están.