Sorpresa o no la visita del Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH) a Taiwán en las últimas horas, podría interpretarse de que está convencido del triunfo de su candidato Nasry “Tito” Asfury en las elecciones generales del próximo 28 de noviembre, que le permitiría al Partido Nacional (PN, conservador) retener el poder y por consiguiente continuar sus relaciones diplomáticas con Taipéi.
Las encuestas oscilan de un día a otro lo que ha generado más dudas que certezas sobre quien de los presidenciables tiene las preferencias del electorado. En donde no existe, al parecer, incertidumbre, es que solamente dos tienen altas posibilidades de suceder a JOH el 27 de enero de 2022, cuando entregue la banda presidencial.
Hay alrededor de una decena de candidatos más cuya presencia es absolutamente nula, casi testimonial, entre el electorado.
Nasry Asfura, el delfín del mandatario hondureño, está en carrera por la presidencia precedido de dos rotundos triunfos en la alcaldía de Tegucigalpa y Comayagüela desde 2014, con porcentajes envidiables de 60 y 70 por ciento en la primera elección y reelección, respectivamente.
Asfura representa la continuidad no solamente del PN en el gobierno, sino también la de mantener inalterable las relaciones diplomáticas con Taiwán, que a diferencia de la candidata Xiomara Castro, del Partido Refundación y Libertad (LIBRE), asociada a la izquierda, ha manifestado públicamente que si gana las elecciones, romperá con Taipéi para establecer lazos diplomáticos con la China Continental.
Entre Asfura y Castro está, de acuerdo a las consultas demoscópicas, quien gobernará Honduras, un país centroamericano de aproximadamente 10 millones de habitantes y en donde poco más de 5 millones irán a las urnas el 28 de noviembre.
Es por ello que la visita de JOH a Taiwán, más allá de los acuerdos y promesas que se han conocido a través de la prensa, ha despertado especulaciones sobre el verdadero propósito de la misma. El Jefe de Estado hondureño se convierte en el primer dignatario en visitar la Isla tras la pandemia y lo hace en momentos en que Taipéi está bajo asedio de Pekín, airado por los pasos dados por la Presidenta Tsai Ing-wen, acercando posiciones políticas con Estados Unidos, la Unión Europea y Australia, entre otros.
“Creo en la multipolaridad, y por ello me propongo abrir relaciones internacionales con China Continental” dijo a mediados de este año Castro, esposa del derrocado Presidente Manuel Zelaya. “La apertura de relaciones con el gigante asiático ayudará a Honduras a incorporarse al mercado de mayor crecimiento mundial” argumentó en su momento la candidata de LIBRE.
Taipéi reaccionó a las manifestaciones de Castro recordando que las promesas de China Continental “son colosales, pero vacías, son vistosas, pero falsas “. No obstante, Taipéi aseguró que siguen con atención la carrera por la presidencia de Honduras, a la vez que acusaba a Pekín de sabotear las relaciones diplomáticas de Taiwán con sus aliados.
Un comunicado de la cartera de exteriores de Taiwán exaltaba el historial de cooperación entre los dos países, la contribuciones de la Isla que han fortalecido a la sociedad y a la economía hondureñas y la intención de Taipéi de fortalecer las relaciones de ocho décadas. La visita de JOH está enmarcada precisamente en conmemorar 80 años de relaciones diplomáticas.
Tsai dijo a Hernández en la Oficina Presidencial en el segundo día de su visita que el comercio bilateral ha ido en aumento tras recordar que Honduras es el principal proveedor de camarones patiblancos a Taiwán.
Después del 28 de noviembre se sabrá de manera indubitable si Taiwán conservará sus relaciones diplomáticas Honduras o Pekín habrá arrebatado a a Taipéi a un aliado más, con lo que la Isla contaría nada más que con 14 naciones con vínculos diplomáticos, entre ellos Nicaragua, cuyos gobernantes han reiterado que se mantienen firmes con Taiwán.
En la foto de portada El Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández y su par de Taiwán, Tsai Ing-wen. (oncenoticias.hn).
