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Taiwán teme perder el apoyo sin fisuras ante Pekín que le dio Trump, dice el diario español LA VANGUARDIA

El diario español editado en Barcelona LA VANGUARDIA, dice que los 23 millones de habitantes de Taiwán deseaban que el republicano Donald Trump renovara su mandato en la Casa Blanca, por lo que el triunfo de Joe Biden, al que consideran más reacio al enfrentamiento, refiriéndose a China, les ha llenado de incertidumbre.

El artículo del periódico que lleva la firma de Ismael Arana, corresponsal en Hong Kong, reseña que hace justo cinco años los presidentes Xi Jinping (China) y Ma Jing Jeou (Taiwán), celebraron una histórica reunión en Singapur para tender puentes. En aquel encuentro, el primero de este calibre, se habló de una nueva era, en la que la confrontación debía dar paso a la reconciliación. “Somos familia, y la sangre es más espesa que el agua” dijo Xi.

Sin embargo, las buenas intenciones no duraron mucho. Con el cambio de guardia en la presidencia taiwanesa (ahora en manos de la progresista Tsai Ing-wen), la irrupción del divisivo Donald Trump y las ansias de control de Xi, el incipiente acercamiento se resquebrajó hasta quedar en nada.

Reflexiona el medio de comunicación que el diálogo ha dado paso a las amenazas; la cooperación, a la competencia y los apretones de mano de Singapur, a la posibilidad de que Tsai sea incluida en una lista negra de “acérrimos secesionistas”, susceptibles de ser sancionados por Pekín.

Señala que China no esconde su postura cada vez más firme hacia Taiwán, un territorio que considera suyo pese a que se autogobierna como un estado independiente desde hace décadas. “Preparaos para la guerra” pidió Xi en octubre durante una visita al Cuerpo de Marines del Ejército de Liberación Popular apostado en Cantón. Pese a que algunos periódicos no tardaron en sugerir una pronta invasión, no parece que haya riesgo inminente de que eso suceda, aunque si hay temor a que la escalada termine por descontrolarse.

El medio cita a algunos analistas conocedores de la política en esa región asiática como Steve Tsang, director del Instituto China en la Universidad de Londres, cree que el statu quo ya no es sostenible. En parte, opina, choca con los deseos de Xi, que se ve así mismo como encargado de completar la misión histórica de recuperar Taiwán antes de irse. “Si lo logra, sería más grande no solo que Den Xiaoping, sino que el propio Mao Zedong” dijo a la BBC Tsang.

A eso se suma el creciente poderío militar chino, fruto de las reformase e inversiones emprendidas en los últimos años, y la tentación de llegar a imponerse definitivamente a Estados Unidos como potencia imperante en la región. “No se trata solo de recuperar los llamados territorios perdidos. “Una victoria china rediseñaría por completo el mapa estratégico de Asia” dijo por su parte Oriana Skylar Marstro, analista militar de la Universidad de Stanford.

Según el medio, las desafecciones hacia China crecen considerablemente a medida que China tiene prisa por la reunificación, la gestión represiva en las protestas de Hong Kong o el mal manejo que hizo de la pandemia del COVID-19. Indica que la animosidad hacia la China autoritaria proviene fundamentalmente de la juventud taiwanesa. Advierte sin embargo, que la mandataria de la Isla no pierde tiempo ante las circunstancias con la que avanzar una agenda con la que reforzar su identidad política diferenciada, mientras que con la ayuda de Washington, se rearma para hacer frente a una eventual invasión.

En ese sentido precisa el periódico que Taiwán incrementará su presupuesto de defensa en un 10% para 2021 y que además, está en trámite para comprarle armamento a EEUU por un valor estimado de 4.000 millones de dólares que incluye aviones caza F-16, misiles anti-crucero y anti-buque así como drones de ataque.

Sin embargo, LA VANGUARDIA hace notar que la tercera pieza de este rompecabezas es EEUU que ve en Taiwán una baza de oro para presionar a las autoridades chinas donde más le duele. Recuerda que en cuatro años Trump ha logrado una base amplia de seguidores a costas de sus acciones contra China y el Partido Comunista en asuntos como la represión en Hong Kong, el comercio y la pandemia del coronavirus. Agradecen la venta de armas a la Isla así como el que haya enviado a varios altos cargos de su administración de visita a Taipéi, lo que desata las iras chinas.

El articulista afirma sin embargo, que esos temores entre los taiwaneses de quedar desprotegidos por la salida de Trump y la llegada de Biden, no parecen fundados. Ilustra que el demócrata ha insistido que no va a ceder ante Pekín, cuyo freno suscita un raro consenso bipartidista (demócratas y republicanos). Incluso, los asesores de Biden recuerdan que en su época de senador el ahora presidente electo apoyó la ley de 1979 que obliga a EEUU a proporcionar armas a Taiwán.

Uno de sus allegados manifestó que Joe Biden ha dicho durante mucho tiempo que el apoyo estadounidense a Taiwán debe seguir siendo fuerte, con principios y bipartidista. En enero, advierte el periódico, se podrá ver hasta donde llega su compromiso.

En la imagen de portada, la presidenta de Taiwán Tsai Ing-wen durante una visita a miembros de las fuerzas armadas de la Isla. (cortesía de noticias.nat.gov.tw)