“No se puede hacer la Revolución sin la participación de la mujer”. Frase de la legendaria militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Doris Tijerino Haslam, Primera Jefa de la Policía Nacional en la década de los años 80, amiga cercana del fundador del partido rojinegro, Carlos Fonseca, conoció y compartió en la clandestinidad, en momentos históricos del desarrollo del Frente y durante etapas críticas de esa estructura político militar, a valiosos miembros del Frente entre ellos José Benito Escobar, Julio Buitrago, Camilo Ortega, Ricardo Morales, a compañeras valientes y comprometidas con el proceso revolucionario. Hablar de Doris, la Comandante Doris, es prácticamente hablar del Frente Sandinista.
En una amplia entrevista ofrecida a Izquierda Visión, programa que se transmite por Canal 4, Doris confiesa que quien la induce a involucrarse en las luchas sociales, a interesarse por las cuestiones políticas, es su señora madre, siendo aún adolescente, dice que ella leía libros sobre marxismo y le comentaba sobre los mismos. Habla extensamente de su cercanía y amistad con Carlos Fonseca a quien define como “el más extraordinario militante sandinista”. Tampoco se ahorra palabras para referirse al Comandante Daniel Ortega “un hombre tímido que llora y ríe con nosotros”, que ha entregado toda su vida por la liberación de Nicaragua.
Doris recuerda con lucidez aquellos momentos oscuros de su existencia cuando fue capturada, torturada y vejada por la guardia somocista, sin embargo, su firmeza y convicciones revolucionarias no dejaron salir de su boca una sola palabra que delatara o traicionara a las y los militantes sandinistas, ni siquiera ubicar una sola casa de seguridad. “Hablaba en ese momento con Julio sobre si una pareja que visitaba la casa de seguridad donde me encontraba, si era pertinente que se casaran por la iglesia o solamente civil, yo dije que era mejor civil, Julio era del criterio que por la iglesia, de repente escucho ruidos de pisadas de botas en la calle y un guardia, de baja estatura cargando un fusil Garand, había logrado romper la puerta, logré dispararle, había incluso en la casa unos niños a quien pude sacarlos mientras Julio Buitrago subía a la segunda planta y empezó a enfrentarse a la guardia que disparaba desde todos lados, incluso, desde una avioneta que sobrevolaba la vivienda. Escuché a Julio cantar el himno nacional, ya no disparaba y pensé que tod había terminado”, rememora Doris sobre aquel emblemático acto de heroísmo del Comandante Julio Buitrago.
Para el Comandante Bayardo Arce, Doris es “la militante sandinista viva más ejemplar” y para otros veteranos de la lucha revolucionaria “es la guardiana de la memoria histórica del Frente” como en su momento fue la guardiana del dinero que los sandinistas recuperaban tras una acción en un banco para recaudar fondos para mantener la lucha. Doris Tijerino reseña la férrea disciplina y el profundo respeto que inspiraba Carlos Fonseca “jamás le gritó a un compañero o a una compañera, eso si, no le podías mentir a Carlos, tenía una profunda mirada, uno se sentía como escudriñado por dentro” dice Tijerino entre risas.
Comandante Doris Tijerino al momento de recibir los grados de manos del Comandante Tomás Borge como Jefa de la Policía Nacional.
Habló de Tomás Borge, de Leonel Rugama, de Silvio Mayorga, Filemón Rivera y otros tantos compañeros y compañeras de lucha. Sobre el Comandante Ortega, recuerda que fue él quien le llevó la noticia de que había sido aceptada en el FSLN y personalmente la condujo a una casa de seguridad donde estaba el mismo Carlos Fonseca que tuvo conocimiento de su existencia cuando llegó a su casa a vender su libro “Un nicaragüense en Moscú”. “A partir de ahí empezó a frecuentar su casa estableciendo una amistad fraterna con mi madre y conmigo, ahí podría decirse que comencé mi desarrollo político e ideológico, de la mano de Carlos Fonseca”.
Trae a su memoria que estando en la cárcel, la guardia la humillaba y escuchó los golpes uno tras otros que le daban a un detenido, al parecer esposado a las llaves de una ducha, y pudo ver su rostro completamente ensangrentado, no era otro más que Daniel Ortega, que siendo torturado con saña por la guardia.
SATISFECHA POR EL TRABAJO DESARROLLADO COMO BANCADA Y SU JEFA EN EL PARLACEN
Tijerino no disimula su satisfacción de ser Diputada del FSLN ante el Parlamento Centroamericano, PARLACEN, y desde hace varios años se desempeña como jefa de la Bancada Nacional de Nicaragua. Los sandinistas cuentan con 15 de los 20 escaños que corresponden a cada Estado miembro. “No hemos tenido necesidad de hacer uso de esa mayoría porque todo lo resolvemos a través del debate, de diálogo ” precisa Doris para quien el trabajo de la integración centroamericana es fundamental para sacar adelante la región.
Desde ese instrumento político por excelencia hemos aprendido mucho, sobre todo desde la conformación del Foro de Mujeres.
Finalmente menciona con satisfacción lo que la revolución, en esta nueva etapa ha logrado desarrollar en beneficio de las grandes mayorías. “Daniel Ortega no es un hombre al que le guste el protagonismo, salir en la foto, el ha consagrado toda su vida a la causa de la liberación de Nicaragua, las cosas que se han hecho no requieren propaganda, para qué, ahí están, se pueden tocar, palpar, ahí están los centros de salud, hospitales, escuelas, universidades, parques para diversión de las familia que ahora comen los tres tiempos, se acabaron las cegueras nocturnas, las familias tienen acceso a la luz eléctrica, la niñez y la juventud tienen educación gratuita, igual en la universidad” dice con satisfacción Doris Tijerino. En realidad, una militante histórica, terca, disciplinada al extremo, tierna, revolucionaria hasta los huesos, madre, abuela y compañera.
En la imagen de portada, Comandante Doris Tijerino Haslam
