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La decadencia de un imperio, el establecimiento de una potencia (China) y el resurgimiento de otra (Rusia)

Los líderes de Estados Unidos saben que el imperio está en decadencia porque tienen un modelo político agotado, plagado de injusticias sociales y abismales diferencias económicas que ha enriquecido a una élite. Quizá esto no sea novedoso por cuanto hay una gran cantidad de países con sistemas políticos agrietados y un sector de la sociedad que, económicamente, también ha sido privilegiada.

En este contexto, el mundo ha visto como y en forma acelerada se ha establecido una potencia pero al mismo tiempo ha resurgido otra, y ambas le disputan la hegemonía a los Estados Unidos que tan solo unos pocos años atrás, desplazaba tropas por el mundo, hace guerras, desestabiliza y bota gobiernos, era la dueña absoluta de los mares. Además, exige democracia, libertad religiosa y de prensa según sus propios patrones so pena de castigos y sanciones.

Esta nueva potencia la encarna China continental mientras que Rusia, apresura sus pasos para recuperar lo que fue hace tan solo unas tres décadas. Por supuesto, los intereses y objetivos de Estados Unidos son muy distintos a los perfilados por China y Rusia.

Por eso vemos una arremetida sin precedentes de EEUU contra China y Rusia, demonizadas por las grandes empresas de comunicación controladas e influenciadas por los grupos de poder que controlan el sistema político estadounidense. Guerras comerciales, señalamientos de autoritarismos, persecuciones a líderes “democráticos”, desapariciones forzosas, ejecuciones, desprestigio sistemático de los dirigentes de ambas naciones y más reciente, en el caso de China, el supuesto ocultamiento del origen del Covid-19 y por ende, la responsabilidad de tantas muertes, están entre las herramientas preferidas del imperio.

La administración estadounidense ha dado algunos pasos significativos para contrarrestar a China y Rusia buscando con desesperación el establecimiento de algunas alianzas en Europa y Asia, específicamente, acciones que las dos potencias también ha contrarrestado constituyendo su propia coalición.

LA “TRAMPA DE TUCÍDIDES”

Es por ello que, historiadores, políticos, especialistas en asuntos internacionales, diplomáticos e incluso, periodistas entendidos en la materia, citan con más frecuencia la denominada “Trampa de Tucídides” en la que una potencia nueva, en este caso, China, reta a otra ya establecida, Estados Unidos, que crea las condiciones para que estalle una guerra y dilucidar quién es quién en el mundo.

Incluso, Estados Unidos percibe a Moscú como una “potencia de segunda” de acuerdo a analistas radicados en Washington, lo que podría ser considerado un grave error por la administración estadounidense. Estados Unidos parece no subestimar el poderío de China aunque no parece ser el caso de la Federación de Rusia.

No obstante, da la impresión de que Estados Unidos ha hecho un viraje en cuanto a su objetivo de considerar una amenaza a China y lo ha trasladado a Rusia. Por supuesto, esto no quiere decir que la administración estadounidense de Joe Biden haya abandonado su estrategia de contrarrestar el poder de China.

En marzo pasado EEUU declaró que China, Rusia, Corea del Norte e Irán eran sus “enemigos potenciales” y destacaba que había que reforzar las alianzas contra esos países. Estados Unidos ha incrementado sus acciones contra Rusia acusándola de estar detrás de una poderosa guerra cibernética hasta el punto de haber influido supuestamente en las elecciones presidenciales del 2016.

China y Rusia han formalizado acuerdos que conllevan entre otros aspectos, la preservación de sus independencias tecnológicas y dar prioridad a sus relaciones comerciales.

EEUU RECELA DE LA AMISTAD RUSIA – NICARAGUA

La administración Biden también ha puesto el ojo en las relaciones de Rusia con Nicaragua, incluso, llegó a calificar esa amistad como la presencia “de actores negativos” en Centroamérica. Es más, se atrevió a decir que Moscú había tenido influencia en la aprobación de varias leyes aprobadas por el Estado del país centroamericano, para proteger su seguridad e independencia precisamente, de los mismos Estados Unidos que a través de agencias de fachada de la CIA, financia a sectores golpistas para desestabilizar y derrocar el gobierno que preside el Comandante Daniel Ortega Saavedra.

El mes pasado el enviado especial de EEUU para el Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), Ricardo Zúñiga, manifestó con toda la arrogancia que le da el poder imperial, que las leyes aprobadas por el gobierno de Nicaragua eran una copia de las que aprobó Moscú para restringir a los opositores “que tienen en muchos casos, mayor apoyo que el presidente mismo”.

El Diputado del PARLACEN, Daniel Ortega Reyes, al centro extremo inferior, durante la Semana Mundial del Espacio. 

Rusia respondió que redoblaría su apoyo no solamente a Nicaragua, sino a Cuba y Venezuela, dos países asediados inmisericordemente por Estados Unidos. El titular de Defensa ruso, General del Ejército, Serguéi Shoigu, manifestó que los tres países latinoamericanos requerían hoy más que nunca el apoyo de Moscú para hacer frente a lo que catalogó como amenazas, incluyendo “el uso de la fuerza militar”.

Desde el año pasado cuando la pandemia azotó con fuerza el mundo y Nicaragua no fue la excepción, la Federación de Rusia fue una de las primeras en extender la mano al país centroamericano donando mascarillas, pruebas rápidas para detectar el virus y guantes, en el marco de una relación bilateral que se fortalece en distintos ámbitos.

RUSIA TAMBIÉN RESPONDIÓ A SOLICITUD DE AYUDA DEL PARLACEN

En julio del año anterior la Federación de Rusia por gestiones del Parlamento Centroamericano (PARLACEN), hizo otro donativo al Sistema de Integración Centroamericana (SICA), de 30 mil pruebas de Covd-19. Rusia es país observador del PARLACEN.

A diferencia de EEUU que condiciona toda ayuda a la región a cambio de que haya una subordinación a sus intereses, Moscú ofreció toda su colaboración para la realización en octubre pasado, del Primer Foro en Centroamérica y el Caribe de Cooperación Espacial Rusia-Latinoamérica en el marco de la Semana Mundial del Espacio, de cara a la creación de la Agencia Espacial Centroamericana y del Caribe (AECA).

En su momento el Diputado ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN) por el Estado de Nicaragua, Daniel Ortega Reyes, fue quien presentó la iniciativa de crear la AECA, propuesta que tuvo una aceptación unánime entre sus colegas parlamentarios y la Federación de Rusia a través de la cooperación interparlamentaria.

“Hoy les damos la oportunidad que merecen nuestros pueblos de Centroamérica y el Caribe, de abrir nuevos horizontes a desarrollo y prosperidad, nuevos senderos que nos permitirá salir adelante como pueblos hermanos y dejar atrás el subdesarrollo y la pobreza” dijo en aquella fecha el legislador nicaragüense durante el foro, tras agradecer a la Federación de Rusia y a la cooperación interparlamentaria por el éxito del evento.

Mientras Rusia ha hecho realidad su apoyo incondicional a la región centroamericana en el campo de la salud y la ciencia en estas fechas de pandemia y emergencia sanitaria, Estados Unidos, con mezquindad, ha supeditado su ayuda a los países del Istmo a someterse a sus intereses.

En la imagen de portada, Vladimir Putin y Daniel Ortega (foto abc.es)