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¿Es probable que Nicaragua restablezca relaciones diplomáticas con China en menoscabo de Taiwán?

En la década de los años 80, en pleno auge de la revolución sandinista, Nicaragua estableció relaciones diplomáticas con China continental más por afinidad ideológica que por motivos de intercambio comercial o cultural. Fue en 1985 cuando el gobierno ya presidido por Daniel Ortega, toma la decisión de reconocer a Pekín, situación que revierte la administración de Violeta Chamorro a partir del 90 y las retoma con Taipéi.

Por décadas el asunto de Taiwán ha sido motivo de grandes controversias debido a su posición geoestratégica en el Estrecho del mismo nombre, y porque China reclama la Isla como parte de su territorio continental. Taiwán se autogobierna y no reconoce la autoridad de Pekín. En 1971, una resolución de las Naciones Unidas reconoce a la República Popular China como el único representante legítimo de China ante la organización mundial.

En la actualidad solamente 15 países mantienen relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán, tres de ellos son centroamericanos (Nicaragua, Honduras y Guatemala) y Belice, que aunque geográficamente está en territorio centroamericano y tiene fronteras con Guatemala y México, la reina Isabel II se mantiene como soberana de esa demarcación.

En América del Sur, solamente Paraguay conserva las relaciones diplomáticas con Taiwán. Hace 14 años parecía que nada perturbaba los vínculos diplomáticos entre Taiwán y Centroamérica, sin embargo, en un giro inesperado que tomó por sorpresa a las mismas autoridades en Taipéi, Costa Rica anunciaba que rompía con Taiwán tras 60 años de relaciones diplomáticas, para establecerlas con China.

Chinos y ticos negociaban en secreto desde hacía meses atrás y el golpe de gracia llegó en junio de 2007 en boca del propio gobernante costarricense de ese entonces, Oscar Arias, quien oficializaba el fin de las relaciones diplomáticas con Taiwán y el inicio de las mismas con China. Arias dijo en rueda de prensa que las razones que llevaron a su administración a tomar esa decisión eran “demasiado evidentes” porque China representaba la economía emergente más exitosa del mundo y muy pronto llegaría a situarse como la segunda en el mundo después de los Estados Unidos.

Lo dicho por Arias tenía sustento. Taiwán temía lo peor porque sabían que China había desplegado su poderío político, diplomático y económico para tratar de arrebatarle más aliados a Taipéi y el efecto boomerang empezó a darse con el transcurso de los años. Panamá, República Dominicana y El Salvador siguen los pasos de Costa Rica esgrimiendo los mismos argumentos de San José. La “bomba” replicaba en el Pacífico Sur con un pequeño país insular, Kiribati y en Oceanía, Islas Salomón repetían el libreto.

En abril de este año fracasó en el congreso paraguayo una moción del Partido Liberal de romper relaciones diplomáticas con Taiwán para establecerlas con China. La propuesta fue derrotada por mayoría de votos del oficialismo del partido Colorado. No era nada nuevo las intenciones del país sudamericano de desvincularse de Taiwán. Ya en 2008, el entonces presidente Fernando Lugo, anunció las intenciones de aliarse con Pekín.

Ahora, más reciente, la candidata a la presidencia de Honduras por el partido Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro, dejó claro que si gana los comicios de noviembre de este año, establecerá relaciones diplomáticas con China.

DANIEL ORTEGA: “LO MÁS SALUDABLE ES QUE LAS RELACIONES SEAN CON LOS DOS PUEBLOS”

En el caso de Nicaragua, la situación parece inclinar la balanza a favor de seguir manteniendo las relaciones diplomáticas con Taiwán restablecidas en el 90. En julio de 2007, el Presidente Ortega se refería a este espinoso asunto señalando que lo más saludable es que las relaciones sean con los dos pueblos.

El jefe de Estado nicaragüense manifestó su interés por restablecer relaciones diplomáticas con China, pero sin romper las existentes con Taiwán. El líder del FSLN hizo estos comentarios al recibir las cartas credenciales del embajador taiwanés, Jaime Chin Mu Wu, según recogió en esa oportunidad el porta La Voz del Sandinismo.

Incluso, admitió que había tenido acercamientos con China, no obstante, aclaró que eso no significaba que hubiese planes de su gobierno para liquidar su relación con Taipéi. Ortega expresó su plena disposición de tener relaciones con ambas partes, pero sin exclusiones ni condiciones porque ambos son una realidad.

Más de una década después de lo manifestado por el Presidente Ortega, no hay visos de que haya cambiado de posición. Además, Pekín pone como condición para el establecimiento de relaciones diplomáticas con el gigante asiático, romper todo vínculo con Taiwán.

Por lo visto a la fecha de hoy, no hay indicios de que Nicaragua busque un acercamiento oficial con China, al contrario, se ve una relación más sólida con Taiwán.