Recientemente el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó su informe anual (2020) sobre derechos humanos en algunos países y en el que concluye que el gobierno de Nicaragua, practica una sistemática violación a ese principio universal en virtud de la aprobación de “leyes represivas” y casos de abusos y violaciones a los derechos de la ciudadanía.
El imperio norteamericano utiliza esta herramienta para aplicar sanciones o castigos a su gusto y antojo a quienes no comulgan con su políticas y se arrodillan a sus pies. Lacayos de esa calaña abundan en países sujetos a este tipo de medidas de presión y chantaje que aplauden esas acciones lesivas para los intereses populares en gobiernos progresistas, manifestaron líderes políticos aliados del FSLN.
¿Pero que autoridad moral tienen los Estados Unidos para hablar de violaciones a los derechos humanos cuando precisamente son ellos los mayores violadores de derechos humanos en todo el globo terráqueo? Hay que recordar que fueron los EEUU quienes asesinaron instantáneamente a más de 100 mil japoneses entre el 6 y el 9 de agosto de 1945 con la detonación de dos bombas atómicas. Ambos mortales artefactos fueron lanzados desde dos bombarderos estadounidenses, el primero el seis de agosto sobre Hiroshima que mató inmediatamente a unas 70 mil personas, mientras que la segunda bomba fue desplegada sobre Nagasaki, provocando unas 40 mil víctimas fatales.
Y las miles de muertes provocadas por los EEUU en su guerra contra Irak con el falso argumento de que el país árabe poseía armas nucleares, todo con el objetivo de derrocar a Saddan Husein y favorecer a la poderosa industria armamentística estadounidense.
¿Cuántas guerras han provocado y siguen provocando los EEUU en todo el mundo? ¿A cuántos ejércitos en América Latina han entrenado y siguen entrenando para matar a lo largo de su historia los EEUU? Y en su propio territorio acaso no violentan los derechos humanos de las minorías negras, latinas o asiáticas alentando con sus políticas racistas innumerables agresiones y hasta muertes por asfixia por sus policías?
El doble estándar para juzgar que aplica EEUU a los demás países pasa de lejos a lo interno. Estas prácticas sesgadas, parcializadas y habituales de las administraciones norteamericanas para imponer sanciones, castigar a países, instituciones y personas, conllevan el propósito de doblegar por la fuerza de la sinrazón a gobiernos, que como el de Nicaragua, solamente ha pedido y pide respeto en igualdad de oportunidades.
La prensa internacional ha documentado centenares de abusos contra niños migrantes en la frontera de EEUU, ubicados en celdas de detención migratorias en donde carecen de condiciones básicas elementales, como alimentos, agua y cuidados. Situación que ha provocado la indignación y el repudio de todo el mundo.
Por supuesto, esto no lo ve o no quiere verlo el Departamento de Estado, es obvio, para presentar a este país como un modelo de democracia en donde se respetan cabalmente los derechos humanos. Una mentira flagrante inflada por su maquinaria propagandística y sus ramificaciones en muchas partes del mundo por una prensa al servicio de los intereses más reaccionarios de la derecha conservadora.
Nicaragua no es la excepción, como siempre, este tipo de prensa destaca y resalta a más no poder a través de sus medios impresos, televisivos, radiales y digitales, este engendro de informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, con el propósito de dañar al gobierno.
Pero retomo lo que me dijo un líder político y cristiano aliado del Frente Sandinista de Liberación Nacional: ¡¡ “Ni un paso atrás, la victoria es nuestra” !!
En la imagen de portada, Comandante Daniel Ortega Saavedra, Presidente de Nicaragua.
