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Los nicaragüenses deben salir a votar masivamente para legitimar victoria de Daniel Ortega

La moribunda derecha criolla ha estado coreando en los últimos días que la mejor opción para deslegitimar una victoria de la Alianza Unida Nicaragua Triunfa que lidera el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), es no salir a vota el próximo 7 de noviembre. Es obvia la consigna, porque están conscientes de que no habrá fuerza alguna capaz de impedir que el pueblo se manifieste masivamente ese domingo para reelegir a la fórmula presidencial de esa coalición.

El cacareado fraude por adelantado, tan ilógico como absurdo, no les funcionó, el pueblo no compró esa estratagema trillada y viciada. Sabíamos que detrás de ese planteamiento estaban grupos de poder económico, sectores recalcitrantes de la cúpula de la iglesia católica y remanentes políticos de los que fracasaron en el intento de derrocar el gobierno en abril de 2018.

Han tratado a través de sus medios de comunicación deslegitimar, minimizar o simplemente invisibilizar, las innumerables obras ejecutadas por el gobierno sin importarles que son acciones que benefician a todos los nicaragüenses, sin distingos de colores político o creencias religiosas. Es tanta su rabia, impotencia y ceguera política, que ahora apuestan porque la gente no salga a votar el domingo 7 de noviembre.

El problema, el gran problema que tienen estos grupos, es que está a la vista los resultados del progreso que ha logrado el país desde que el FSLN regresó al poder acompañado ahora de un representativo conglomerado de partidos políticos, como el Partido Unidad Cristiana (PUC), Resistencia Nicaragüense (PRN), Partido Indígena Multiétnico (PIN) y Partido Autónomo Liberal (PAL), entre otros.

¿Cómo no salir a votar por quien ha garantizado que Nicaragua cuente con las mejores carreteras de América Central e incluso de otros países situados al sur del continente? ¿Cómo no darle el voto  a quien asegura matrículas escolares gratuitas para centenares de infantiles y adolescentes, además, de las meriendas escolares para llevar casi a cero las deserciones de las escuelas? ¿Y qué decir de la diversificación e incremento de las exportaciones, con todo y pandemia? Ah, y el Banco Mundial (BM) ubicó a esta nación centroamericana como la tercera en crecimiento económico del Istmo en 2021, superada solamente por Panamá y El Salvador.

Para tener una idea más clara de lo que esto último significa, el BM y el Fondo Monetario Internacional proyectaron un crecimiento de 6,3 por ciento de la economía de América Latina y El Caribe, y Nicaragua se posiciona entre las primeras naciones con 5,5 por ciento.

Ojo con lo que dijo William Maloney, economista jefe para América Latina y El Caribe del BM: “La dinámica del crecimiento está condicionada por un factor extraeconómico, como es el avance de población vacunada por país”. Es decir, pese a que los grupitos inconformes ya conocidos, día a día atacan a las máximas autoridades del país porque según ellos estamos atrasados en la vacunación, una voz autorizada pulveriza esa sucia campaña.

Sobran las razones, los motivos, los hechos para que los nicaragüenses salgan en números abundantes a votar el domingo siete de noviembre en paz, con seguridad y la convicción de que ratificando a Daniel, Nicaragua será respetada y seguirá dejando escuchar su voz a favor de las causas justas en todo el mundo.

El 7 de noviembre los nicaragüenses también van a otorgarle una amplia mayoría de diputados a la Asamblea Nacional y al Parlamento Centroamericano (PARLACEN), a la Alianza Unida Nicaragua Triunfa.