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Estrepitoso naufragio de la “unidad” opositora salpicado por acusaciones mutuas de “bajezas” y “calumnias”

Ni los dados estaban cargados ni las cartas marcadas. Era un cuento con un guion torcido como los que acostumbra un empresario radial devenido en “gestor de buena voluntad” entre los grupos de oposición, que al final convirtieron en un verdadero sainete la tan cacareada unidad. Jamás hubo intenciones en ninguno de ellos ni siquiera de aproximarse a algo parecido.

Despojados de de sus máscaras queda al descubierto que el proyecto final es la consecución de cuotas de poder, porque en ambos segmentos en los que se han dividido quienes intentaron derrocar al gobierno a través de la violencia en abril de 2018, no tienen más alternativa que ceñirse a las leyes de Nicaragua y a las reglas de un tribunal electoral nacional.

No hay ninguna duda que a la oposición el pueblo le pasará factura, los que han manifestado públicamente que se sienten estafados, defraudados y decepcionados por el actuar de este sector que ha tratado de vender a golpe de efectos mediáticos, que representan a la mayoría del pueblo de Nicaragua.

Por supuesto, es una ilusión y así lo reflejan las encuestas que han llegado a afirmar que muchos ni siquiera conocen a los precandidatos. Solamente hay dos organizaciones políticas con personalidad jurídica dentro de este conglomerado opositor, no obstante, el hecho de contar con una casilla no significa que tienen estructuras partidarias en todo el territorio nacional como para aplaudirlos.

Todos sabemos que son partidos pequeños inflados por la propaganda de medios de comunicación que tienen a su servicio, sin un tendido electoral sólido y con poca presencia orgánica y militante en buena parte del país. Ambos colectivos, Ciudadanos por la Libertad (CxL) que dirige Kitty Monterrey y Partido de Restauración Democrática (PRD), en manos de un ex presidente de las Asambleas de Dios, Saturnino Cerrato, obtuvieron la legalidad para sus partidos hace cuatro años.

Desconfianza mutua, descalificaciones, insultos y campañas sucias, ha sido el patrón de comportamiento desde hace muchos meses cuando empezaron las pláticas entre ellos para forjar o forzar la unidad que según creyeron, los llevará al triunfo en las elecciones de noviembre próximo. Incluso, la señora Monterrey aseguró hace poco que ella y su equipo ha sido víctima de “groserías, bajezas y calumnias” y que ha preferido no decir nada para no entorpecer los esfuerzos por alcanzar la “unidad”.

La tarde de este miércoles CxL registró ante el Consejo Supremo Electoral (CSE) su denominada Alianza Ciudadanos por la Libertad que integran la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y el Partido Movimiento de Unidad Costeña (PAMUC). Cerrato, cuya Coalición Nacional hace agua, inscribirá su bloque horas más tarde.

Con anticipación manifestamos que no habría unidad de la oposición, que el 7 de noviembre las boletas electorales al menos llevarán las fotos de cuatro candidatos o candidatas, la que presentará el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) encabezando la Alianza Unida, Nicaragua Triunfa, la de CxL, el PRD y el Partido Liberal Constitucionalista (PLC).

La gran diferencia la marca la coalición Unida, Nicaragua Triunfa, a cuyos integrantes se intenta descalificar por los golpistas por el solo hecho de estar trabajando mano a mano con los sandinistas. Partidos minoritarios les dicen quienes ni siquiera tienen partidos políticos, mucho menos estructuras partidarias, es decir, directivas departamentales y municipales.

Dentro de la alianza liderada por el FSLN hay partidos políticos serios con estructuras sólidas en todo el país, como el Partido Unidad Cristiana (PUC), que tiene en el pastor Daniel Ortega Reyes, líder de la Iglesia Misión Cristiana Cántico Nuevo, a su Presidente y Representante Legal. En ese bloque unitario sobresalen también ex contras organizados en la Resistencia Nicaragüense, liberales, partidos de la Costa Caribe Norte y Sur, personajes que tienen su peso político, entre otros.

El siete de noviembre los nicaragüenses van a votar por quienes han defendido la integridad de la patria, la restitución de sus derechos, quienes han promovido y defendido la equidad de género, quienes han construido modernas carreteras, ampliado la cobertura eléctrica a casi la totalidad de los hogares, aún en los sectores más recónditos del país, levantado nuevas estructuras hospitalarias y edificaciones escolares garantizando además, la merienda escolar para los menores, en fin, el pueblo ya sabe por quien votar.