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Jair Bolsonaro ataca de nuevo a Greenpeace, la llama “basura”

El presidente de Brasil la tiene contra la organización no gubernamental Greenpeace a quién llamó “basura”. “¿Quién es esa porquería llamada Greenpeace? Sólo basura, es basura” dijo el mandatario brasileño a un grupo de periodistas que le consultaban sobre el recién creado Consejo de la Amazonía.

Por su parte, un vocero de la entidad no gubernamental lamentó que Bolsonaro “represente una postura incongruente con el cargo que ocupa”. Explicó que a lo largo de la historia Greenpeace ha asumido una postura crítica contra quienes promueven la destrucción ambiental que ya provocó muchas reacciones desequilibradas de los más diversos personajes.

“Estamos ante una más. En esos casos la incomodidad de quien destruye el medio ambiente suena como un elogio” precisó la organización. Bolsonaro también criticó la posición del Papa Francisco que esta semana divulgó una exhortación apostólica en la que abogó por la preservación ambiental de la región ante los embates de madereros y ganaderos y por el respeto de los derechos de los pueblos originarios.

incómodo por la exhortativa de Su Santidad, el presidente brasileño dijo “se incendió toda Australia y nadie dijo nada. El Papa Francisco dijo que la Amazonía era de él, de todo el mundo. Por coincidencia estaba aquí el canciller de Argentina, mira, el Papa es argentino, pero Dios es brasileño” matizó Bolsonaro.

El gobierno de Brasil reactivó un olvidado Consejo de la Amazonía, creado hace 65 años, transfiriéndolo a la órbita del vicepresidente Hamilton Mourao e integrado por 14 ministerios. Sin embargo, esa estructura no incluye a ninguno de los gobernadores de los estados amazónicos, que en distintas ocasiones han criticado al gobernante por su ineptitud para combatir los incendios forestales. “Integrar a los gobernadores en el Consejo no resuelve nada” respondió el presidente.

Bolsonaro está a favor de abrir reservas naturales y tierras indígenas a la explotación minera y de recursos naturales. Y es que el presidente brasileño acostumbra minimizar los impactos de la deforestación ambiental y abordar el asunto como una cuestión de soberanía nacional.

 

 

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